De manera general, la obsolescencia se define como el estado en el que se encuentra un determinado objeto o producto cuando ya ha cumplido con su tiempo de uso. Así pues, esto, aplicado a la tecnología, sería la obsolescencia tecnológica o la necesidad de renovar los equipos tecnológicos.
Para el caso de la tecnología, es un hecho más que común, ya que se da incluso con el aparato funcionando. Por ejemplo, el surgimiento de aplicaciones que requieren más potencia de RAM o espacio en disco nos obliga a renovar. Esto tiene un impacto económico en las empresas, por lo que hay que evitar la obsolescencia tecnológica.
Tipos de obsolescencia tecnológica
- Obsolescencia de calidad: ocurre cuando el objeto tiene errores o fallos, o bien comienza repentinamente a funcionar mal.
- Obsolescencia de especulación: ocurre cuando se ofertan equipos de poca calidad, pero muy económicos para entrar en el mercado y después lanzar otros de mayor calidad.
- La obsolescencia percibida: se refiere a cuando un equipo cambia únicamente de diseño, pero no en cuanto a su tecnología. Este tipo es el que más suele darse debido a lo inconformistas que podemos ser, a veces.
- Obsolescencia por moda: es meramente emocional; el producto funciona bien, pero simplemente lo quieres cambiar. Los motivos son estéticos o son por mejorar sin más, porque te han contado algo sobre otro similar, etc.
- Obsolecencia programada u planificada: Es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un periodo de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño del mismo, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos, por ejemplo por falta de repuestos, induciendo a los consumidores a la compra de un nuevo producto que lo sustituya.
¿Cómo podemos evitar la obsolescencia tecnológica?
Contar con equipos de tecnología modernos, actuales y eficientes debe ser algo prioritario para las organizaciones. En todos los sectores la competitividad es grande, y ser eficientes con equipos tecnológicos que nos solucionan el día a día puede marcar la diferencia. Te vamos a dar algunos consejos muy importantes:
Renting de equipos y tecnología
Comprar equipos nuevos puede llegar a ser una inversión importante, por lo que el renting y el alquiler de equipos puede ser una alternativa interesante que nos permite controlar el gasto y reducir la inversión inicial. Además, el renting incluye el mantenimiento y actualizaciones necesarias en todo momento.
Evita comprar gangas para tu material tecnológico
A priori, comprar los equipos que se anuncian a bombo y platillo en grandes almacenes en periodo de rebajas puede parecer buena idea. Pero cuidado, porque estas ofertas tan llamativas suelen ser sobre equipos de generaciones anteriores o para usuarios domésticos.
La obsolescencia tecnológica puede afectar en poco tiempo. Así pues, lo primero que se devaluará será este tipo de material. No intentes solucionar estas incidencias con un parche, y apuesta por algo a medio y largo plazo.
Gestión de la obsolescencia tecnológica y planificación
Ante fallos en equipos, inmediatamente hay que averiguar de dónde vienen, y saber si hay solución mediante reparación. Muchas veces, pensamos que un problema implica deshacernos del equipo sin solución. Pero con un simple cambio de batería, o cualquier componente del circuito, se puede solucionar. Ante esto, y para evitarlo, lo mejor es ser precavidos y tener una partida presupuestal anual que contemple la actualización de equipos.
La obsolescencia tecnológica es algo inevitable, pero que podemos intentar retrasar o hacer que no nos cree un perjuicio mayor del debido.
En ZINKO COLOMBIA recomendamos la actualización activa de todo el material tecnológico. Además, somos una compañía experta en INNOVACIÓN TECNOLOGICA para pymes. Contáctanos y nuestros consultores te asesorarán personalmente.